sábado, 1 de junio de 2013

Batalla de Mata de la Miel

Alto Apure

El 16 de febrero de 1816, José Antonio Páez derrotó a los españoles en el sitio conocido como Mata de la Miel (Estado Apure), sitio que se encuentra ubicado a unos 13 kilómetros aproximadamente de la población de Guasdualito capital del Municipio Páez y del Distrito del Alto Apure. Páez, haciendo de nuevo derroche de valor y sobreponiéndose a la inferioridad de sus fuerzas, y al frente de sus lanceros, dio una carga impetuosa sobre las tropas realistas mientras prendía con fuego la sabana, como acostumbraba a hacer para sembrar el terror entre sus enemigos.

    Para ese entonces, Páez quedó al mando de una fuerza integrada por 500 hombres de caballería se encontraba en Guasdualito dándole protección a este poblado. Pero llegaron noticias que el ejercito realista  bajo el mando del Coronel Francisco López se encontraba en Mata la Miel con una fuerza que pasaban del millar de hombres, entre los cuales habían más de 400 de caballería. Contra la opinión de sus oficiales Páez se prepara y va en busca del enemigo.

Alto Apure    Alcanzada la tarde, Páez se propone lanzar un ataque a los realistas y al efecto forma su tropa en dos líneas, la primera al mando del Comandante Nonato Pérez  y la segunda al mando del Comandante Genaro Vásquez. Avanzaron los Patriotas hasta reabrir fuego de artillería y fusilaría enemiga y cargo entonces con tanto ímpetu la primera línea que puso en  fuga más de la segunda y tercera parte de la caballería realista.

No tuvo la misma suerte Genaro Vásquez pues apenas avanzó  fue rechazado, intervino Páez y logró  que los jinetes volvieran y acometieran. Tan ruda fue la arremetida de los lanceros, que la caballería de López no pudo resistir.

Con el triunfo en las manos, los jinetes de Páez emprendieron la persecución de los realistas hasta las nueve de la noche. Aunque López pudo huir, 500 de sus hombres quedaron prisioneros, 400 murieron en combate, 3.345 caballos y gran cantidad de lanzas y fusiles. 

Es en esta acción, hiriendo mortalmente el caballo del aguerrido llanero. Este, ya de pie, jura vengarse y reunió a sus tropas, a quienes les dirige la más estupenda proclama que jamás ocurrió a general alguno.

    Compañeros, les dije, me han matado mi buen caballo, y si ustedes no están resueltos a vengar ahora mismo su muerte yo me lanzaré solo a perecer entre las filas enemigas. Todos contestaron «Sí, la vengaremos». La victoria le valió que el Libertador

¡Ven al Distrito Alto Apure y revive los hechos que marcaron la historia del país!

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