Los golpes, un estilo de
canto llano, con casi ninguna variación en el ritmo, más no así en
la melodía.
Los pasajes, constituyen
la música romántica del llano, en la que el cantante expresa sus
sentimientos por el ser amado o por la tierra llanera.
Las tonadas, también
conocidos como “cantos de ordeño”, son sones entonados de
acuerdo con el estado anímico de la persona, quien improvisa versos
a capela donde combina sentimientos y añoranzas. También se
realizan durante otras actividades cotidianas del llanero como el
arreo.
El Contrapunteo,
constituye la expresión musical por excelencia de esta región. Se
presenta cuando dos cantantes deciden improvisar versos tratando de
demostrar la gallardía ante el adversario. Uno de los contrapunteos
más famosos es el de “Florentino y el Diablo”, basado en la
leyenda de un valiente llanero que ganó al temido contendor durante
una improvisación.
Junto a la música viene
la danza. En noches de fiesta llanera irrumpe el bordonear del arpa,
el repiquetear del cuatro y la risa de las maracas, y comienza así
el joropo, expresión dancística que entre zapateos y escobilleos
(forma de baile típica) se aúna al canto y a la ejecución
instrumental para dar testimonio vívido del sentir llanero.
El joropo se interpreta
básicamente con arpa, cuatro y maraca, más voz. En el Distrito el
joropo ha alcanzado momentos de esplendor en figuras como Ignacio
"Indio" Figueredo, Jorge Guerrero, Eneas Perdomo, El Carrao
de Palmarito y muchos más.
hola
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